lunes, 13 de septiembre de 2010

Contaminación acústica y el estrés

¿Qué es la contaminación acústica?

Está definido como el exceso de ruido o sonido en determinada zona, que no se acumula en el ambiente como el smog, pero si en nuestro cuerpo y mente. Si no se controla, puede causar graves daños en la calidad de vida de las personas.

El principal contaminante

Lo que más contamina: la falta de cultura y respeto por los demás. La ignorancia de la gente más la indiferencia y complicidad de las autoridades están convirtiendo a Querétaro en una ciudad ruidosa y estresante. Hay pruebas de que el estrés relacionado con el ruido es un grave peligro para la salud pública. Por eso es muy importante que el gobierno aplique sanciones severas a quienes alteran la paz y el descanso de la gente. ¡Las leyes ahí están, solo hay que aplicarlas!

Efectos de la contaminación acústica

Informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud), demostraron que los ruidos molestos generan muchos mensajes inconscientes que luego se transforman en: agresividad, trastornos de conducta, depresión y hasta disminución de la memoria. Los ruidos molestos, también nos hacen sentir impotentes y más violentos y aumenta las posibilidades de tener un ataque al corazón o un derrame cerebral. Todo esto no solo afecta a los ancianos y a los adultos, también afecta a los bebés, niños, jóvenes y hasta las mascotas y las plantas.

Ambientes ruidosos

La intensidad del ruido se mide por decibeles y de acuerdo a la OMS, se considera los 50- 60 decibeles como el límite superior deseable. Sin embargo en Querétaro sobrepasa los 120 db. Los antros, discotecas, aeropuerto, las escuelas, propagandas con altavoz, eventos al aire libre con música, podadoras y barredoras de aire, vendedores ambulantes, fábricas, tráfico vehicular, perros ladradores, etc. producen ruido mayor a los 80 db . Con estos niveles se originan problemas de salud como el aumento en los niveles de colesterol y glucosa en la sangre, fatiga, ansiedad o histeria.

Propuesta por el silencio

Debemos promover la cultura del silencio. Desde nuestros hogares debemos aprender el silencio, la calma, la observación, el respeto. Los problemas de la contaminación acústica pueden ser mucho más severos que una sordera. Se puede producir sordera del alma y la indiferencia.